EL CALERO
HISTORIA
Construido hacia 1850, el horno de cal de Nanclares era de los denominados de uso continuo, ya que se iba cargando con la piedra y, a medida de que la cal descendía, se podían echar nuevas capas. En la parte inferior se introducía el carbón, mientras que por las escaleras exteriores se subía la piedra caliza. Se calcula que la temperatura interior podía alcanzar los 1.000 grados y el proceso de fabricación de la cal duraba más o menos una semana.
CARACTERÍSTICAS
Se trata de una construcción de planta cuadrada, originalmente exenta, con unos 6 metros de largo y 15 metros de altura, en fábrica de sillería y esquinales en sillarejo, con remate superior en cemento. Tiene boca para carga de combustible en su parte inferior y, mediante escaleras adosadas, se accede a la parte superior, donde se encuentra la boca de carga o tragante del material pétreo.
SINGULARIDAD
A diferencia de los caleros artesanales, que funcionaban de forma intermitente y para uso determinado, el de Nanclares era de tipo continuo. Su mayor altura aumentaba la capacidad de carga.
ACTUALIDAD
El 2 de mayo de 2011, el Gobierno Vasco lo nombró monumento industrial y lo incluyó en el inventario general del patrimonio cultural vasco. En la actualidad, se integra junto con el antiguo molino y la balsa de agua adyacente en una zona verde de esparcimiento.