Localidad: Montevite (Mandaita)
Dirección: Plaza San Juan
Tipo de monumento: Iglesia
Estilo: Neoclásico
HISTORIA
La Iglesia Parroquial de San Juan Evangelista es una de las pocas obras neoclásicas que se conservan en Álava sin que hayan quedado apenas restos de su primitiva obra medieval. Ante el estado ruinoso de la antigua iglesia, la primicia de Montevite decidió fabricar otra de nueva planta, cuyos planos fueron encargados al joven arquitecto vitoriano Martín de Saracíbar en el año 1830, que cobró por los planos 700 reales y quien posteriormente planificaría el Palacio de la Diputación de Vitoria-Gasteiz.
CARACTERÍSTICAS
La Iglesia, dedicada a la advocación de San Juan Evangelista, posee una curiosa planta circular coronada por una sencilla cúpula. El edificio adopta planta rectangular de proporciones áureas en la que se inscribe una rotonda cubierta con cúpula romana que, con los resaltes y entrantes del muro, sugiere un octógono. Es una obra de mampostería, salvo la fachada principal, donde se encuentran algunos sillares muy bien labrados, principalmente en molduras y ángulos. La piedra arenisca se trajo de las canteras de Armiñón.
El retablo mayor es barroco, del tercer cuarto del siglo XVIII y está presidido por una interesante talla de San Juan Evangelista de finales del siglo XV con un cáliz de madera en las manos. El resto se compone de sencillas pinturas con diversas temáticas, la mayoría de ellas dedicadas a la Virgen, lo que sugiere que anteriormente estuvo dedicada a la Santísima. A ambos lados del retablo principal hay dos pequeños altares neoclásicos: uno dedicado a la Virgen sosteniendo al Niño Jesús con un pájaro en las manos, y el otro un Cristo crucificado.
La torre es de planta cuadrada, y es el elemento más extraño en cuanto a su integración en el conjunto, puesto que no aparece en los planos originales de la iglesia, por lo que se cree que conserva, en parte, la estructura de la torre original. El reloj que preside la torre fue fabricado en los talleres de Viuda de Murúa de Vitoria. Toribio de Unzueta fue el encargado de arreglar la maquinaria del reloj en 1841, labor por la que le pagaron 2.284 reales.
En cuanto a las campanas, la más antigua de las tres que componen el campanario, es del año 1728 y lleva la cruz y los calvos, junto con la inscripción Ihs Maria Ioseph año 1798.